
Spoiler: muchos de estos mitos sobre la dieta keto no solo son falsos, sino que pueden estar impidiendo que disfrutes de sus verdaderos beneficios.
1. “La dieta keto es solo comer tocino y queso”
Este es uno de los mitos sobre la dieta keto más repetidos. Si bien la grasa es el macronutriente principal en este estilo de alimentación, eso no significa que cualquier grasa valga.
La dieta keto bien planteada incluye grasas saludables como palta, aceite de oliva, nueces, semillas, pescados grasos y huevos, además de vegetales bajos en carbohidratos y proteínas de calidad.
Reducir la keto a tocino, queso y manteca es no entender la lógica de una alimentación balanceada dentro de la cetosis. Además, es uno de los errores comunes en keto que puede afectar tu salud a largo plazo si no prestás atención a la calidad de los alimentos.
2. “Entrás en cetosis en dos días”
La cetosis no se activa mágicamente después de 48 horas sin carbohidratos. Si bien hay cuerpos que responden más rápido, la mayoría de las personas necesita entre 3 y 7 días de alimentación cetogénica estricta para entrar en ese estado metabólico.
Y otros pueden tardar más, sobre todo si no están haciendo bien el recorte de hidratos o si no incorporan suficiente grasa.
Creer que se entra en cetosis en un abrir y cerrar de ojos es otro de los grandes mitos sobre la dieta keto.
3. “La dieta keto no sirve para mujeres”
Totalmente falso. Si bien hay ciertas particularidades hormonales a considerar (por ejemplo, en casos de hipotiroidismo o desequilibrios menstruales), la keto bien adaptada puede ser beneficiosa para mujeres de todas las edades.
Hay estudios que muestran mejoras en sensibilidad a la insulina, regulación hormonal y composición corporal en mujeres que siguen esta dieta.
Confundir generalizaciones con realidades personales es parte de los mitos falsos sobre keto más difundidos.
4. “La dieta keto arruina el hígado y los riñones”
Este es uno de los mitos sobre la dieta keto que más miedo genera, y también uno de los más infundados. La dieta cetogénica no sobrecarga ni el hígado ni los riñones, siempre y cuando no existan enfermedades previas en esos órganos y esté bien diseñada.
En personas sanas, no solo es segura, sino que puede mejorar parámetros inflamatorios y metabólicos.
El problema aparece cuando se malinterpreta keto como una dieta hiperproteica (cuando en realidad es alta en grasas), lo que puede llevar a errores comunes en keto y a conclusiones erróneas.
5. “Si comés grasa, vas a engordar”
Este es uno de los mitos sobre la dieta keto más difíciles de erradicar, porque viene de décadas de cultura low-fat.
Sin embargo, la ciencia ya demostró que no todas las calorías son iguales, y que la grasa en el contexto de una dieta cetogénica no solo no engorda, sino que puede ayudar a adelgazar, porque aumenta la saciedad y estabiliza la insulina.
Sigue siendo uno de los mitos falsos sobre keto más arraigados en la cultura dietética tradicional.
6. “La dieta keto causa pérdida de músculo”
La pérdida de masa muscular no está ligada directamente a la keto, sino a un mal diseño nutricional. Una persona que cubre sus requerimientos de proteínas y realiza entrenamiento de fuerza puede mantener (o incluso ganar) masa muscular mientras está en cetosis.
De hecho, la dieta keto puede preservar músculo más eficientemente que otras dietas altas en carbohidratos, siempre que se eviten errores comunes en keto como no consumir suficiente proteína.
7. “Es una dieta solo para bajar de peso rápido”
Sí, muchas personas la usan para adelgazar, pero la keto es mucho más que eso. También es útil para mejorar la energía mental, reducir inflamación, controlar la glucosa, estabilizar el apetito y, en algunos casos clínicos, tratar epilepsia o síndrome metabólico.
Limitarla a una herramienta para “bajar rápido” es uno de los mitos sobre la dieta keto que más la desvalorizan.
8. “No podés comer frutas ni verduras”
Otro de los mitos sobre la dieta keto más comunes. En realidad, sí podés consumir frutas y verduras, solo que hay que elegir aquellas bajas en carbohidratos.
Espinaca, rúcula, brócoli, zucchini, repollo, palta, pepino y frutos rojos son opciones ideales. La clave está en la moderación y el conteo de los hidratos totales, no en eliminarlos completamente.
Creer que la keto es solo carne y grasa sin vegetales es uno de los grandes errores comunes en keto.
9. “La dieta keto es peligrosa a largo plazo”
No hay evidencia científica sólida que indique que la keto sea dañina a largo plazo en personas sanas. De hecho, hay comunidades que llevan estilos de alimentación cetogénicos desde hace décadas.
Lo importante es que esté bien formulada, adaptada a tu estilo de vida, y que se mantenga un monitoreo de salud regular.
Como todo plan, necesita ajustes, pero eso no la convierte en riesgosa. Este es otro de los mitos falsos sobre keto que no se sostiene en estudios serios.
10. “Si rompés la dieta una vez, perdiste todo”
¡Para nada! La flexibilidad también es parte del proceso. Salirse un día no invalida semanas de progreso. Lo importante es retomar con conciencia, entender qué te hizo salir del plan y volver a enfocarte.
Este es uno de los mitos sobre la dieta keto más frustrantes, porque lleva a muchas personas a abandonar en lugar de entender que la constancia pesa más que la perfección.
Lo que sí hay que saber
Ahora que derribamos estos 10 mitos sobre la dieta keto, podemos enfocarnos en lo que realmente importa: adaptar este estilo de alimentación a tu vida, tus objetivos y tu contexto.
Alejarte de los errores comunes en keto, consultar fuentes confiables y escuchar a tu cuerpo son claves para que funcione.
No te dejes llevar por los mitos falsos sobre keto que siguen circulando sin base real. Lo mejor que podés hacer es informarte, experimentar con responsabilidad y, si podés, acompañarte de un profesional en nutrición para ajustar el camino.
La keto bien llevada puede ser una herramienta poderosa de bienestar físico y mental. ¿Listo para seguir explorando? En Modo KETO te acompañamos con info clara, real y al día para que tu experiencia cetogénica sea sostenible, inteligente y, sobre todo, tuya.